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Resumen ciclista del 2022

Termina el año y al llegar diciembre dejo la bicicleta algo apartada. Frío y días cortos son el conjunto perfecto para bajarme durante dos o tres semanas. Así, al llegar enero suelo tener ganas y motivación suficiente para empezar el año otra vez sobre los pedales.

Por tanto como hago otros años, es momento de hacer balance de lo recorrido. Cuando miro a los números del año pasado no puedo evitar estar algo desanimado. Este año con los 4600 kilómetros acumulados me he quedado bastante lejos de la anterior marca. Han sido un cúmulo de circunstancias las que han hecho que haya montado mucho meno. La peor de todas, sin duda, ha sido la espalda. Los dolores de espalda me han perseguido durante estos últimos doce meses. He sufrido varias lumbalgias en diferentes momentos de este año que me han dejado tirado en la cuneta durante semanas. Nunca antes me había pasado y me ha costado entender que quizás hayan venido para atormentarme periódicamente a partir de ahora.

Durante la Semana Santa este año buscamos el calor del sur de la península y nos fuimos a la costa de Granada. Allí descubrí la gran ruta de la N-340. Una pequeña carretera secundaria que transita a borde de mar y acantilados desde cerca de Motril hasta llegar a tierras almerienses. Al estar la A-7 cubriendo esta ruta el tráfico por esta carretera es muy reducido y apenas la utilizan grupos de moteros disfrutando del paisaje, las curvas y los desniveles. Una carretera ideal para la práctica del ciclismo.

Tras unos días por la zona nos movimos al Cabo de Gata. Allí los carreteros estamos algo más limitados si queremos trazar rutas cerca de la costa. Toda la zona del cabo está recorrida por una pista de grava solo apta para bicicletas de montaña o gravel. Aún así, hice varios recorridos por la parte interior disfrutando de paisajes y carreteras muy tranquilas.

Llegó el verano y hubo drástico cambio de planes. La idea inicial del viaje al Valle de Aosta en la frontera franco-italiana fue desechado por el alto precio del gasoil. El plan B era volver a Asturias y disfrutar de su región occidental. Todo se fue al traste debido a los problemas mecánicos de la furgoneta y tuvimos que improvisar. Volvimos a Cantabria, a carreteras y rutas conocidas: el Cabo de Ajo, el Valle de Aras, Ramales de la Victoria, Laredo, etc.

Allí me volvieron los dolores de espalda y tuve que dejar marcado para otro año otra cima mítica que me ilusionaba subir en la zona de Santander como es Peña Cabarga. Igual que me pasó con Lagos de Covadonga el año anterior, habrá que dejar el proyecto para el futuro.

Tras el verano poco más aparte de las rutas locales con las que acumular kilómetros con la grupeta. La sensación es que me he dejado muchas rutas pendientes en el tintero: Peña Cabarga, Lagos de Covadonga (otra vez), Mijares en el Tietar, ... No ha sido mi mejor año pero vendrán otros mejores.


Diciembre 2022