Cuando conocí a Lovecraft
Que no está muerto lo que duerme eternamente; y en el paso de los eones, aún la misma Muerte puede morir.
Aunque el título afirme lo contrario, este artículo no versa sobre cuando conocí a Lovecraft sino mas bien, cuando lo entendí y me enamoré de su obra. Como cualquier adolescente frikinormativo de los años 90, conocí a Lovecraft en el instituto. Por aquella época yo me movía en los barros clásicos de la época: Xmen, AD&D, Tolkien, Asimov, Dragonlance, saga original de Star Wars, y mucho paseo al Blockbuster. Con estos antecedentes entré en una partida de «La llamada de Cthulhu». Para los no iniciados, se trata de un juego de rol basado en el universo Lovecraftiano. Fue así como establecí contacto por primera vez con este extraño personaje y con toda su mitología: el horror cósmico, la cordura, los arcanos, necronomicón, la gran raza, etc. La experiencia de aquellas primeras partidas fue excelente y de ahí salté a los relatos del creador original de todo aquello. Desde la biblioteca municipal accedí a un libro de relatos (no recuerdo editorial ni edición) con el que empecé a leer la obra original del sujeto. Aquellos primeros relatos fueron bastante decepcionantes. Imagino que serían los clásicos pero su estilo difícil de leer y de seguir, sus perífrasis interminables, sus descripciones barrocas y pedantes me sobrepasaron. Archivé en mi cabeza a Lovecraft como un gótico más y lo dejé abandonado en el mismo puesto a otros con los que me había decepcionado igualmente en esos años. Además de todo aquello, en la protointernet del 2000 encontré varios artículos donde se remarcaba el carácter misógino, racista y clasista del genio de Providence. No hacia falta más para dejar abandonada toda referencia de Lovecraft que me llegaba de vez en cuando por recomendaciones de amigos o conocidos.
Y así continué haciendo hasta hace unos años. Durante el verano del 2020 (lo recuerdo bien porque fue el verano de las mascarillas), paseando por el típico mercadillo de libros playero donde las librerías de la zona sacan sus stocks a precios reducidos encontré una reedición de aquellos relatos clásicos que leí en mi adolescencia. Imagino que animado por la buena encuadernación y la portada bien cuidada piqué y me lo compré, empezando esa misma noche a releerlos en mitad de mi aburrimiento estival. Fue a partir de aquel momento cuando, página tras página me fui dando cuenta del error en el que había estado metido durante tantos años. Todo aquel estilo denso y petulante que recordaba seguía allí escrito pero ahora, extrañamente, tenía un efecto totalmente diferente en mi. Disfrutaba de relato tras relato, de cada final, de como cada protagonista se arrojaba a la locura intentando desentrañar misterios a la vista de todos y por todos ignorados. De aquel compendio de relatos llegué a varios artículos y podcasts sobre Lovecraft para acabar llegando a su biografía titulada H.P Lovecraft contra el mundo, contra la vida. Por Michel Houellebecq. Corta, directa y totalmente recomendable. En ella descubrimos a un auténtico genio atormentado por fantasmas desde su mas tierna infancia. Al creador incomprendido que alumbró un género totalmente nuevo en la literatura y vio como sus contemporáneos le dejaban morir en el olvido de la indiferencia. En efecto un misógino, racista y clasista hombre de provincias. A todas luces desagradable en cualquier primer encuentro pero al que si nuestros prejuicios le permitieran una segunda oportunidad nos conquistaría en una larga charla a la luz de la chimenea. Un erudito narrador de historias. Un tejedor de pesadillas.
Durante estos últimos cuatro años he ido devorando con ansía todo lo que ha ido cayendo de Lovecraft por mis cercanías. Obra completa, apócrifos, correspondencia con otros autores, etc. Como el que descubre el agua después de años de sequía. Aquel verano de la pandemia, matando el rato de aburrimiento mientras paseaba la vista por los cientos de títulos rebajados en aquellos puestos del paseo marítimo, guiado por el gran Nyarlathotep o quizás por cualquiera de las oscuras fuerzas que gobiernan nuestro universo desde tiempos lejanos encontré aquel libro que me dio la oportunidad de reencontrarme con los escritos de este gran profeta de la oscuridad.
¡Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn!
Septiembre 2024