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De vuelta al barro

Dejé de usar Twitter en noviembre del 2017. En ese momento la situación política en España era muy complicada y la toxicidad que se respiraba en las redes sociales era tremenda. No hablo de cuentas de muchos seguidores sino incluso, entre mi círculo cercano. Borré todos mis tweets y dejé de usarla como tal. No cerré mi cuenta para poder seguir leyendo las publicaciones de ciertos perfiles que todavía me interesaban algo. Por sus recomendaciones principalmente. Borré la aplicación de mi móvil y poco a poco fui dejando de entrar a revisar mi timeline.

De vez en cuando me gustaba darme una vuelta por allí y ojear lo que ciertas cuentas que tenía marcadas como "polémicas" habían tuiteado sobre esto o lo otro. Me resultaba gracioso entrar a leer las diatribas de unos y de otros, sabiendo de antemano lo que opinarían todos ellos sobre tal tema o asunto. Y eso mismo es lo que he vuelto hacer hoy. Buscar ciertas opiniones en relación a la situación que se vive en Ucrania. He ido directo a revisar los mensajes de ciertos personajes. No me refiero a periodistas, tertulianos u otro tipo de oportunistas. Me refiero a auténticos necrófagos que han crecido dentro de la propia red. Seres de mediocridad certificada cuyo ego es alimentado únicamente por la cifra de seguidores de su perfil y que sin el empuje del pajarito seguirían ocultos en el más oscuro olvido social.

Tras darme una buena vuelta por semejante estercolero, saltando de cuenta en cuenta, leyendo las publicaciones de las últimas horas de todos ellos hasta quedar saciado de tanta mierda, me he dado cuenta que ni una sola de sus opiniones era inesperada. Sabía de antemano lo que iba a leer allí y, sin embargo, me ha envuelto una tristeza enorme ver sus pobres argumentos.

Negacionistas de la realidad ha habido siempre. Últimamente te los encuentras de todos los sabores. Pero sin ninguna gana de entrar a valorar las causas de los hechos de los que estamos siendo testigo, es imposible obviar la realidad: un ejercito avanza sobre un territorio y miles de civiles sufren en su avance. Por desgracia, esta realidad se puede extrapolar a varios contextos hoy en día. En cuantos lugares está pasando esto o ha pasado recientemente sin tanta repercusión. Otro argumento falaz que estos cenutrios se apuntan para intentar justificar o edulcorar lo que está pasando.

Por eso mismo no quiero entrar a valorar nada. No tengo ninguna gana de establecer el más mínimo debate sobre una realidad tan triste y desoladora. No me apetece escuchar ni un solo argumento sobre este asunto. He cerrado Twitter sabiendo que voy a tardar mucho en volver al barro. No merece la pena.


Marzo 2022