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Abandonando la escritura a mano

Después de una semana bastante horripilante en cuanto a carga de trabajo, hoy por fin me he podido parar un rato a escribir. Esta semana apenas he escrito nada y cuando digo escribir me estoy refiriendo a teclear algo sobre un ordenador que no tenga que ver con mi trabajo. Por que escribir a mano, es algo que ya casi no hago nunca. Y justo de eso venía hoy a reflexionar por aquí.

Por mi trabajo, como nos pasa a muchos, me paso el día rodeado de ordenadores, además de con el teléfono móvil casi pegado a la mano. Luego llegas a casa y tienes ... otro ordenador. Y la tendencia normal es que cada vez que necesitas escribir algo: una lista de la compra, un mensaje, un diario personal, una novela o simplemente agrupar una serie de ideas, tiras del formato electrónico y eso queda escrito sobre un fichero de algún computador. Las ventajas de escribir sobre un ordenador son muchas y tampoco voy a entrar ahora en ellas descubriendo el fuego a nadie: persistencia a medio plazo del formato, facilidad de recuperación casi en cualquier lugar con conexión a Internet, sencillos mecanismos de búsqueda de fragmentos de información, organización de los documentos flexible y adaptable en cualquier momento, etc.

Y por todo ello, a pesar de la inercia he estado intentando durante años a forzarme a escribir a mano. Durante mucho tiempo era de los que solía llevar encima una o varias libretas o cuadernos junto con un bolígrafo o un lapicero. Desde luego, escribir a mano tiene también unas ventajas que difícilmente serán alcanzadas por el soporte digital. Por enumerar algunas: la robustez del dispositivo que salvo accidentes con agua o fuego puede soportar casi cualquier tipo de maltrato. La sencillez de uso. La disponibilidad permanente del contenido siempre y cuando lleves el soporte encima, etc. Además de todo ello, surgen de forma periódica artículos alabando las grandezas de la práctica de la caligrafía o simplemente de la escritura manual. Ventajas de esta práctica respecto de nuestra actividad cerebral o nuestra capacidad de concentración. Por todo ello, pensando en no perder un hábito que lleva conmigo desde niño he intentado continuar utilizando la escritura tradicional en mi día a día. Y cada vez me resulta más difícil. Desde hace unos meses digamos que me he rendido. Apenas uso ya el bolígrafo o el lápiz para realizar diagramas o tomar alguna nota suelta. Para cualquier otra anotación algo más elaborada me resulta mucho más "natural" teclear.

Es curioso como el adjetivo de natural determina tanto y dice tanto sobre algo. Cualquiera diría que la caligrafía es una práctica natural en los hombres pero la escritura lleva entre nosotros algo más de tres mil años. Antes de ayer en términos de especie. Sin embargo parece que si como especie vamos dejando de lado estas prácticas estamos renunciando a parte de nosotros. Otro punto a tener en cuenta es ¿Cuánta gente ha practicado la escritura durante este tiempo? La escritura ha sido una práctica restringida a las clases dominantes y de poder. Ni mucho menos es algo natural al hombre, ni algo que nos defina como especie.

Por otro lado, la escritura tradicional es un mecanismo de comunicación enorme. En términos de rentabilidad energética si pensamos en la relación entre la energía que se puede gastar en transmitir unos conocimientos a un soporte perdurable como el papel y la cantidad de gente que podrá tener acceso a ellos en años posteriores, es difícil de mejorar. Relacionado con esto último, es imposible dejar de lado el problema de la accesibilidad en un futuro a medio plazo a toda la información que estamos dejando únicamente en formato electrónico. Hemos llegado a recuperar información escrita hace más de dos milenios en oriente medio. ¿Serán nuestros registros informáticos recuperables dentro de otros dos mil años?

Volviendo a pensar sobre el tema una y otra vez no consigo ver si tanto yo como la gente de mi entorno hace bien en dejarse llevar por la inercia y abandonar sus hábitos escritores con tanta facilidad. Quizás tampoco es necesario dramatizar por abandonar una práctica comunicativa más, de entre todas las que tenemos a nuestra disposición hoy en día ¿o sí? ¿Ha sido escribir a mano una moda entre los hombres los últimos tres milenios?

(Para ampliar sobre todo esto recomiendo encarecidamente leer "El infinito en un junco" de Irene Vallejo. Un ensayo sobre el origen de la escritura que batió records de ventas en España en 2020 y que es un auténtico bombazo sobre el tema).


Febrero 2022